Enfermedad cardiovascular y menopausia: Una estrecha relación.
¿Qué es la enfermedad cardiovascular?
Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. Cada año mueren más personas por enfermedad cardiovascular que por cualquier otra causa.
La enfermedad cardiovascular se refiere a una serie de condiciones que afectan al corazón y los vasos sanguíneos. Esto incluye la acumulación de placa en las arterias (aterosclerosis), que puede estrechar los vasos sanguíneos y reducir el flujo de sangre al corazón y otros órganos. Con el tiempo, esto puede llevar a complicaciones graves, como ataques cardíacos, angina de pecho, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares.
A medida que las mujeres atraviesan la etapa de la menopausia, pueden enfrentar un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. En este artículo, exploraremos qué es la enfermedad cardiovascular y cómo se relaciona con la menopausia.
Relación entre la menopausia y la enfermedad cardiovascular
La menopausia se considera como la etapa en la que finaliza la vida reproductiva de la mujer, y se define como la ausencia de menstruación durante un período de 12 meses consecutivos.
La transición a la menopausia se asocia con un aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV), atribuido principalmente a la desregulación del metabolismo de los lípidos y la glucosa, así como a la redistribución de la grasa corporal. De hecho, la evidencia epidemiológica sugiere que tanto la menopausia precoz (definida como su inicio entre los 40 y los 45 años) como la insuficiencia ovárica prematura se asocian con un aumento de 1.5 a 2 veces en el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Durante la menopausia, las mujeres experimentan cambios hormonales significativos, incluyendo una disminución en los niveles de estrógeno. El estrógeno es una hormona que desempeña un papel crucial en la salud cardiovascular, ya que ayuda a proteger los vasos sanguíneos y reduce el riesgo de acumulación de placa. Cuando los niveles de estrógeno disminuyen durante la menopausia, el riesgo de enfermedad cardiovascular puede aumentar. Esto se debe a que la disminución de estrógeno puede contribuir a cambios en los niveles de colesterol en la sangre, aumento de la presión arterial, mayor rigidez de las arterias y mayor inflamación, todos factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares.
Además, la redistribución de la grasa corporal que ocurre durante la menopausia puede aumentar el riesgo de acumulación de grasa en el área abdominal, que está asociada con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
El manejo correcto de los síntomas vasomotores durante la menopausia con Terapia de Reemplazo Hormonal ha permitido impactar de manera positiva, ya que ha mejorado la calidad de vida y ha reducido las complicaciones propias de esta etapa de la vida.
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