Equilibrio y resiliencia
El COVID – 19 ha transformado la vida de las personas. No solo hay un cambio desde el punto de vista laboral con el incremento del trabajo en casa, sino que también lo social ha impactado profundamente en la salud física y mental, poniendo a prueba nuestra fortaleza y la capacidad de resiliencia de nosotros mismos. El estrés, la ansiedad, el sedentarismo son algunos de los riesgos a los que nos enfrentamos en esta nueva realidad.
Estas situaciones de crisis como la generada por la pandemia que fue inesperada y cambió radicalmente el estilo de vida de las personas obligándolos a quedarse en casa, no viajar, no socializar o perder sus medios económicos creó situaciones complicadas. Y aunque avanzan los planes de vacunación, se están disminuyendo las restricciones y reactivando poco a poco la economía continúan los efectos negativos que deja esta pandemia.
Esta crisis mundial nos lleva también a plantearnos un interrogante clave para nuestra vida: ¿cómo enfrentar estos momentos traumáticos y de crisis que vivimos? Es hora de parar y reflexionar sobre cómo superar la adversidad, reconocer los signos del estrés y retomar hábitos de vida más saludables. Es tiempo de poner la salud como la protagonista de nuestra vida.
La resiliencia, nuestro amigo
La capacidad de las personas de asumir las crisis, sobreponerse a ellas, adaptarse y ver una oportunidad para seguir adelante es lo que llamamos resiliencia. Eso significa tener una fuerza interior para reponerse de los problemas, transformando estas situaciones difíciles y lograr ver más allá de los problemas. No quiere decir que lo hagamos solos, si es necesario buscar ayuda también hace parte de este proceso.
Expertos en el tema han identificado algunas recomendaciones y consejos que podemos aplicar para aumentar la resiliencia:
– Tomar conciencia de nuestras capacidades, limitaciones y necesidades
– Establecer metas que nos ayuden a mirar al futuro
– Aprender de la experiencia
– Ser flexible ante la adversidad. No se puede cambiar el pasado, pero sí mirar al futuro
– Cuidarse es muy importante. Estar atento a manejar el estrés y la ansiedad y seguir una rutina saludable.
El estrés, nuestro enemigo
El estrés es un conjunto de reacciones naturales que se presentan en el cuerpo al enfrentar situaciones que usualmente escapan de nuestro control. Si estas manifestaciones son continúas o prolongadas pueden llevar a ocasionar problemas graves de salud física y emocional.
La Organización Mundial de la Salud ha identificado varias causas del estrés como dificultades personales (por ejemplo, conflictos con los seres queridos, soledad, falta de ingresos, preocupación por el futuro), los problemas en el trabajo (conflictos con los compañeros, alto nivel de exigencia o inseguridad laboral) o la existencia de amenazas importantes en la comunidad (violencia, enfermedades, falta de oportunidades económicas).
Expertos advierten sobre la importancia de manejar y controlar el estrés que se manifiesta con síntomas como enojo, irritabilidad, falta de motivación y concentración, depresión, problemas para dormir, entre otros. Cuando se logra identifica los niveles de estrés se puede tomar conciencia y controlarlo. Algunas recomendaciones de profesionales de la salud son:
– Reorganiza tu vida. Si tienes muchas cosas que hacer y obligaciones, revisa tus horarios y trata de delegar tareas.
– Prográmate. No te fijes metas muy altas, sé más realista con el tiempo que tienes.
– Conéctate. No pierdas las relaciones con otras personas, ten, amigos, acércate a tu familia, el bienestar emocional es muy importante.
– Pasatiempos. Trata de buscar una actividad que te agrade y te relaje como ir al cine, leer un buen libro o hacer manualidades. Todo es posible.
– Cuidarte. Piensa en tu cuerpo y ayúdalo a permanecer saludable a través de hábitos que mejoren tu estilo de vida.
Tips para tener hábitos saludables
Luego de que las restricciones han disminuido y tenemos más confianza en salir y socializar, podemos enfocarnos en cuidar nuestra salud.
Según la Organización Mundial de la Salud, más que una vida sana hay que hablar de un estilo de vida saludable del que forman parte la alimentación, el ejercicio físico, la prevención de la salud, el trabajo, la relación con el medio ambiente y la actividad social. Desde esta perspectiva se puede determinar que los hábitos necesarios para llevar una vida saludable para la OMS son:
– Una dieta equilibrada, incluyendo los alimentos contemplados en la pirámide nutricional, en las proporciones adecuadas y en la cantidad suficiente.
– El tabaco, el alcohol y las drogas inciden de forma muy negativa sobre la salud.
– Hacer 30 minutos diarios de actividad física como caminar a paso rápido quema calorías y fortalece músculos y huesos,
– Una higiene adecuada evita problemas de salud: desde infecciones a problemas dentales o dermatológicos.
– El bienestar emocional y psicológico es necesario para mantener y desarrollar las capacidades cognitivas.
– Las relaciones sociales son fundamentales para la salud del ser humano y, en consecuencia, para un envejecimiento saludable.
Todos estos elementos como la resiliencia, el manejo del estrés y una rutina con hábitos saludable hacen parte para lograr un equilibrio entre mente y cuerpo, pero requieren de tiempo y práctica. No te sientas frustrado y si crees que no lo puedes lograr, busca un profesional para así mejorar tu bienestar emocional.